lunes, 9 de abril de 2012

Relato - "Arthur" Capítulo 2

Como lo prometido es deuda, y a petición popular, continúo hoy con el segundo capítulo de Arthur.

Espero que lo disfrutéis leyéndolo como yo escribiéndolo ;)


Arthur - Capítulo 2

- Cuando te sientas abatido, puedes contar conmigo -dijo la voz de nuevo-. Recuérdalo.

¿Quién eres? Arthur despabiló de repente. Acababa de darse cuenta que sus compañeros de clase estaban recogiendo sus cosas, la sirena estaba terminando de sonar. La hora del bocadillo. Recogió sus libros, esparcidos en su pupitre y en la bandeja de éste. Sacó el bocadillo y salió de clase.

La E.S.O. para Arthur no era demasiado difícil, aunque le habían separado Conocimiento del Medio en dos asignaturas nuevas: Ciencias Sociales y Ciencias Naturales, pero no le resultó difícil para nada. Extrañamente desde ayer le resultaba más fácil que de costumbre. Como si ya supiera las respuestas, pensó.

Como de costumbre, fue al servicio de chicos de la segunda planta del instituto, era el menos usado y el más limpio de las tres plantas del centro. También era el que más lejos estaba de cualquier aula, por lo que los profesores lo tenían muy controlado para evitar que los alumnos se metieran a fumar dentro. Con estas características, era el mejor sitio donde tener la tranquilidad de hacer un pis sin ser molestado por los matones del instituto.

- Alto, ¿dónde vas? -le paró el jefe de estudios- En este pasillo sólo está el servicio, y en la planta baja tienes el acceso desde el patio al de allí.

- Voy a hacer un pis, y siempre vengo a este porque no huele a tabaco y no me molestan los más mayores -corrió a responder Arthur-. Prometo portarme bien. -bromeó.

El jefe de estudios, Daniel Cortés (O Dan, como le llamaban los demás), era el candidato perfecto a mejor profesor del mundo. Comprensivo, firme y amigo de los alumnos. Se ganaba la confianza hasta de los más rebeldes. Un hombre de unos 40 y pico, con severas entradas en el pelo, le recordaba más al actor de "Forrest Gump" que a un profesor de instituto. Pero no cabía duda que podía llegar a ser muy severo si no se le tomaba en serio.

-Bien, entra. Espero que te portes bien de verdad -sonrió-. Sé que eres un buen chico y no me gustaría que te desviaras del buen camino. -le señaló de manera cómica. Arthur no pudo evitar soltar una risita ahogada. Dan rió con complicidad.

El baño de la segunda planta siempre estaba impecable. Poca gente lo usaba, porque a nadie le gustaba que les merodearan los profesores. Una suerte que hoy estuviera Dan de guardia, se dijo. De repente notó un brote de nostalgia poco natural. Pensó en Dan y en que lo echaría mucho de menos al dejar el instituto (aunque estaba muy seguro de querer alargar su estancia en ese centro haciendo allí el Bachiller). Como si hubiera algo que sabía pero que no podía expresar. Lo tenía en la punta de la lengua. Tonterías, seguro. Se refrescó la cara y se adentró en los W.C.

Al salir, Dan no estaba en el pasillo. Lo vio cruzar el pasillo de enfrente cuando se dispuso a bajar las escaleras para el patio. Lo miró fijamente por momentos, como si quisiera grabar el recuerdo en su mente.

El patio era grande, aunque algunas zonas estaban cerradas a los alumnos. La zona detrás del gimnasio era una de ellas. Arthur se dirigió al lugar de siempre, a las escaleras del edificio anexo.

El anexo era un edificio del colegio donde estudiaba el hermano de Arthur, que lo reformaron para meter allí los dos primeros cursos de la secundaria. Usaba la primera planta y la segunda de éste, y se accedía mediante unas escaleras y una puerta metálica recién añadidas. Arthur estaba casi por cumplir los 14, así que estaba en 3º de la secundaria obligatoria. Era el más joven de la clase, a su vez un orgullo y un problema. Por ser siempre el más joven se le dejaba mucho de lado, así que desde que empezó la secundaria los recreos los pasaba en las escaleras del edificio, dibujando. La gente ya lo conocía y a veces se le arremolinaban los curiosos.

Ese día presentía que algo importante iba a pasar. ¿Un déjà vu? bah. No le dio importancia y se puso a hacer lo de siempre. La gente empezó a curiosear. A Arthur eso le resultaba molesto, más que nada porque los que curioseaban luego no se dignaban a cruzar palabras con él cuando no estaba dibujando. Son unos falsos, pensó. Pero aprendió a ignorarlos. Hasta tal punto, que nunca levantaba la vista del dibujo.

- Hola Arthur -reconoció la voz del joven enseguida. Era Salvatore, un amigo que estudiaba un curso por debajo de él.- ¿Qué estás dibujando?

- Hola Salva -contestó-. Estoy intentando hacer un cómic, pero me cuesta mucho. Aún no sé dibujar lo bastante bien para captar poses -terminó la frase sin levantar la vista.

- Pues he venido con una amiga que quería que te conociera, porque os gusta lo mismo, los dibujos esos de chinos -le dio un pequeño empujoncito a la muchacha que tenía al lado- Se llama Aurora.

-Hola -dijo nerviosa la muchacha. Arthur enarqueó una ceja, aunque por su posición no la mostraba al estar mirando al papel-. Encantada.

- Ah, hola -se limitó a decir torpemente sin levantar la vista -. Igualmente -Arthur era muy tímido, y si no levantaba la cabeza para ningún chico, más motivos tenía para no hacerlo con una chica. Aunque sabía que no era cortés, tampoco es que quisiera serlo.

Después del recreo, las clases transcurrieron con normalidad. Como cada día, fue al comedor del colegio a comer y a recoger a su hermano.

Ya de vuelta en casa, Arthur no paraba de darle vueltas al sueño de la otra noche, a las voces que le parecía oír últimamente cuando se quedaba ennortado y al hecho de tener el presentimiento de haber vivido muchas de las cosas que habían pasado desde entonces. Se quedó dormido sentado frente al escritorio, mientras hacía los deberes.

- Veo que vuelves a despertar, Claudio -dijo el doctor Gilbert-. Esta vez has dormido dos días seguidos. Es normal, el accidente fue grave -Adrianne estaba allí a su lado mirándolo con preocupación-. Pero gracias a eso, hemos podido hacerte las pruebas sin perder tiempo.

-Continuará



Hasta aquí el segundo capítulo de Arthur. He mejorado algunas descripciones según el escrito original (el cual lo tengo más a modo de guión que de novela, recordad que era para un cómic) y he añadido un par de datos nuevos que en su momento no se me ocurrieron. ¡Espero vuestros comentarios!

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